En pocos días llegarán las vacaciones de Navidad. No sé tú, pero las espero con mucha ilusión. Me siento cansada, abrumada y con mucha necesidad de pausar, descansar, de silencio y de días más lentos. Una de las maneras en las que descanso mejor es estando sentada en un sillón leyendo un libro que me atrape, me motive o que me enseñe cómo puedo mejorar ciertas áreas de mi vida. Este año viví esa experiencia con el libro “Hábitos Atómicos” de James Clear. Él se ha especializado en la investigación de desarrollo de hábitos y su libro me motivó muchísimo a formar algunos que me hacían falta. Sin embargo, a pesar de que me encanta la lectura no he leído desde hace unos meses, y he perdido el hábito así que he decidido aprovechar las vacaciones para retomarlo y establecerlo de una manera muy fuerte en mi día a día. Te platico cómo lo intentaré para ver si tu quisieras hacerlo conmigo también (y de paso aprender un poco más sobre los hábitos):
1. Elegir bien el libro.
Encontrar un libro que me atrape es una verdadera delicia. Gozo la sensación de querer leer sin parar y tener que forzarme a hacerlo para seguir con la vida real. Para elegir el libro suelo pensar en sí hay algún momento histórico, persona o idea de la que quiera aprender más y busco los ratings y reviews en Amazon.com o goodreads.com para ver si es el libro para mí. Otras veces voy a la biblioteca o librería con lista en mano y leo las primeras tres o cuatro páginas para ver si es lo que buscaba. También me funciona preguntarle a amistades o familiares que leen con frecuencia si tienen algún libro nuevo para recomendarme. Otras veces francamente pongo atención a lo que está leyendo mi marido y atrapo el libro en cuanto él lo deja. Me encanta poder platicar con él sobre lo que hemos leído.
Otra opción es buscar qué recomiendan tus autores favoritos. Algunos de los míos como Jordan Peterson tienen en su página de internet o en sus libros recomendaciones de otros libros y autores que les han parecido interesantes. Estos son un super recurso a la hora de escoger.
2. Perseverar.
Últimamente tengo la mala costumbre de empezar un libro y dejarlo a la mitad. Por lo general no es en las novelas sino en los libros de divulgación científica o de opinión. Creo que es momento de ponerme dura conmigo misma y practicar la perseverancia así que he decidido que sea cuál sea el libro que empiece tendré que terminarlo antes del regreso a clases.
3. Leer antes de que se despierten los demás en casa.
No sé si te pase a ti, pero parece que en cuanto mi familia despierta la mitad de mi cerebro desaparece. Hay quien necesita que le ayude a buscar algo, alguien más pregunta si puede ver televisión o usar el videojuego, otro tiene hambre y pregunta a qué hora desayunaremos etc. Mi capacidad de concentración desaparece y no tengo idea de qué hay delante de mí. Así que por mi propio bien y para lograr mi objetivo de terminar un libro antes de regresar a clases he decidido leer antes de que despierten de los demás.
4. Anclar la lectura a un hábito que ya tengo.
La investigación señala que la mejor forma de desarrollar un hábito es “apilándolo” a uno ya establecido (puedes conocer más sobre el desarrollo de hábitos en el libro “Hábitos atómicos” de James Clear) así que he decidido añadir la lectura a mi rutina de la mañana. Mi rutina de la mañana consiste en levantarme a las 6am y mientras todos duermen me preparo un café, y me siento a rezar en la sala mientras la casa y el celular están en silencio. Es uno de mis momentos favoritos del día. Te invito a pensar si ya tienes un hábito establecido al que puedas añadirle la lectura.
5. Dejar el celular.
No se necesita decir mucho más sobre esto, pero mis hijos estarán en casa (y por consecuente no tendrán que comunicarse conmigo en caso de emergencia) así que el celular puede estar apagado de manera segura por 20 o 25 minutos para evitar que me distraiga.
6. Usar un temporizador.
Cuando hago una actividad me muevo en dos extremos. O siento que, aunque solo han pasado unos minutos alguna actividad me ha tomado horas y la dejo incompleta o no siento pasar del tiempo y descuido otras cosas. Para evitar esto mediré el tiempo que leeré. Usaré un temporizador con 20 o 25 minutos sólo para leer. Una de las mejores compras en casa han sido unos cronómetros y temporizadores magnéticos que pegamos en el refrigerador (como estos) y que usamos todos para medir el tiempo que dedicamos a una actividad. Yo suelo usarlos para medir o limitar el tiempo que el dedico a algo. Claro que el celular tiene uno en la aplicación de reloj, pero como estará apagado usaré los otros que tenemos.
7. Tener un lugar establecido para la lectura.
Es casi inevitable que en algún momento perderé la motivación para leer. Sin embargo, James Clear señala que el ambiente importa mucho más que la motivación cuando estamos desarrollando hábitos. Siguiendo sus sugerencias mi libro estará en la mesa lateral de la sala, justo al lado del lugar donde ya pongo mi taza de café. Cuando termine de rezar y deje mi taza de café el libro estará a la mano así que no podré olvidar leer.
8. Lo haremos un reto familiar:
Me encanta fomentar la lectura y los momentos relajados en nuestra familia así que he decidido hacerlo un reto familiar. Además, los humanos aprendemos por imitación y tenemos una gran necesidad de sentir que pertenecemos al grupo así que si logro que la mayoría de la familia leamos regularmente los demás terminarán haciéndolo por imitación. Para presentárselo a los niños la conversación será algo así como: “Quiero invitarlos a hacer un reto conmigo. Consiste en leer un libro completo en estas dos semanas. Cada quien podrá escoger el suyo (con aprobación de mamá o papá) y si todos terminamos nuestro libro iremos al cine el último día de las vacaciones para festejar” Después de eso cada quien elegirá y veremos si lo tenemos en casa o tenemos que ir a la biblioteca por él. Mientras que dos de mis tres hijos ya leen independientemente, el tercero todavía necesita ayuda así que tendré que tomar en cuenta que pasaré algunas horas en el sillón leyendo con él. Además de que me interesa que los niños aprendan a disfrutar la lectura aprovecharé para hablar con ellos sobre los hábitos y cómo podemos desarrollarlos de manera consciente.
¿Qué opinas, te unes al reto de la lectura o usarás esta información para desarrollar algún hábito diferente en tu familia? Me encantaría saber si estás buscando leer más o qué otro hábito es importante para ti. Además, si tienes una muy buena recomendación de libro no dudes en pasármela por favor.
Saludos,
Ana Sofía
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